Quitar la Cuota no es suficiente [Boletín #2 2013]

Boletín # 2, 2013, enero

Los problemas de la UPR van más allá de la Cuota.

QUITAR LA CUOTA NO ES SUFICIENTE

Ante la presión ejercida, el proceso para quitar la Cuota empezó, sin embargo hace falta hacer más para que la UPR sea accesible al pueblo trabajador: una matrícula ajustada a los ingresos.

La eliminación de la Cuota de $800 no es suficiente. Aunque la lluvia de críticas y reclamos ha hecho que se empiecen a mover para quitarla, la realidad es que en la UPR necesitamos una Matrícula Ajustada a los Ingresos (MAI) y que se aumente el cupo para estudiantes de escuela pública. La Universidad Pública tiene que estar abierta y accesible para los hijos e hijas de la clase trabajadora y pobre en PR, no para un puñado de riquitos. Sólo con la lucha organizada y militante lograremos mayores victorias.

Que se elimine YA la Cuota de $800

Luego de semanas de incertidumbre y ante la presión ejercida por parte del movimiento estudiantil y la fuerza social que el estudiantado de la UPR representa, el gobierno Popular no tuvo de otra que presentar legislación para que se aumenten los fondos que recibe la UPR y así posibilitar la eliminación de la cuota de $800. Ya se les estaba haciendo tarde porque pasaban los días y no pasaba nada. Pero cuidado, no nos durmamos con las cantos de sirena de los populares porque en las artes del ocultismo y la ilusión parecen expertos.

La eliminación de la cuota es un paso importante, pero no es suficiente. Son miles los estudiantes que se han quedado fuera de la UPR y se han endeudado con préstamos para mantenerse estudiando. Somos demasiados los que realizando grandes sacrificios, trabajando por salarios de hambre o a costa de monumentales esfuerzos económicos de nuestros familiares nos hemos podido mantener estudiando.

Una (MAI) hace rato es necesaria en la UPR

La Matrícula Ajustada a los Ingresos (MAI) permitiría que los estudiantes sin muchos recursos puedan estudiar a un bajo costo, mientras que los estudiantes con mayores recursos pagarían un costo mayor que responda a su realidad económica. La MAI es la única alternativa de matrícula que le facilita el acceso a los estudiantes de clase trabajadora, a la vez que les hace justicia y atiende las desventajas que se sufren a raíz de la desigualdad social imperante en Puerto Rico. Se trata, en fin, de que cada sector pague un costo razonable según su capacidad y recursos.

Con la MAI empezaríamos a crear un poco mas de justicia para quienes verdaderamente la necesitamos, los estudiantes pobres y trabajadores. Además de que se elimine la cuota y de que se mantenga la llamada beca Schatz hace falta que se tomen medidas que alivien el maltrecho bolsillo del estudiante pobre y trabajador. Aún sin la cuota, la UPR es demasiado cara y la MAI se hace mas necesaria.

La crisis en la UPR es culpa del PPD y el PNP

Desde antes de Fortuño, la Ley 7 y la imposición de la cuota, la UPR se encuentra inmersa en un periodo de encarecimiento, desmantelamiento y elitización. No olvidemos que bajo el gobierno PPD de Acevedo Vilá, con Antonio “Tony” García Padilla como presidente en la UPR, se aumentó en más de un 33% el costo de la matrícula en el 2005 y se impuso indefinidamente el sistema de alzas escalonadas a los prepas de cada año desde el 2007 hasta el presente, lo que ha significado un aumento de más de 50% delcosto del crédito. Tanto gobiernos rojos como azules han impuesto políticas dirigidas a reducir el número de estudiantes en la UPR. La medida en común entre ambos partidos: aumentar los costos de matrícula.

Esto significa que, mientras la UPR la van achicando, han sido los sectores más pobres y marginados quienes se han ido quedando sin espacio. Así llegamos a una UPR virtualmente inaccesible para la clase trabajadora y pobre del país, en la que los estudiantes provenientes de escuela pública no representan la mayoría del estudiantado en la UPR, a pesar de que la mayoría (85%) de los jóvenes en PR se gradúan de la escuela pública. Ante esta realidad exigimos que se aumente el cupo para más estudiantes graduados de la escuela pública.

Los derechos se conquistan luchando

Recordemos que la Cuota aún no ha sido eliminada y que de la aprobación del proyecto de ley a que este se implemente hay un largo trecho de politiquería, burocracia y excusas. Debemos tener en mente que el recién electo gobernador solo se expresó cuando se vio obligado a hacerlo por la lluvia de críticas, declaraciones y reclamos por parte del movimiento estudiantil. Ambos partidos en el gobierno nos enseñan todos los días que para hacer valer un reclamo hay que defenderlo con militancia en la calle, en los medios y por todos los canales posibles.

Amnistía para los expulsados por luchar

Exigimos que se restituyan a los estudiantes expulsados Ibrahim García, Rafael Ojeda y Waldemiro Vélez y a cualquier otra persona sancionada por luchar, precisamente, contra la cuota que hoy se reconoce es injusta e innecesaria. La ausencia de estos compañeros, únicamente culpables de defender la educación pública y el derecho de la clase trabajadora y la gente pobre a estudiar, es un hecho vergonzoso que no debe permitir a nadie calmar su conciencia hasta que aseguremos su regreso.

Anuncio publicitario

¡Eliminen la Cuota ya! [Boletín]

Boletín UJS-MST # 1 2013, enero

Aunque prometió hacerlo su primer día, AGP aún no quita la cuota.

¡ELIMINEN LA CUOTA YA! 

La urgencia de la eliminación de la Cuota no puede cegarnos ante el intento del PPD de retomar el control total de la UPR. El estudiantado debe negarse a ser peón en su juego politiquero.

Con imágenes de estudiantes macaneados y arrestados, Alejandro García Padilla prometió en su campaña eliminar la cuota de 800$. Aunque dijo que lo haría durante el primer día de su incumbencia, ahora se echa para atrás. De repente, reclama que será un proceso largo, complicado. Promete asignar dinero para que la Junta de Síndicos –organismo antidemocrático y politiquero por definición– elimine la cuota. Vaivén político que promete prolongar la inaccesibilidad de la UPR para la clase pobre y trabajadora de este país. Sigue leyendo

Vídeo

No cuota, amnistía y matrícula ajustada [Conferencia de Prensa]

10 de enero de 2013 Sigue leyendo

Escuelita feminista: Creando espacios de discusión en el Oeste

SONY DSC

Coraly M. León
UJS – MST Mayagüez

Este semestre académico la UJS-MST de Mayagüez llevó a cabo una Escuelita Feminista como parte del trabajo político realizado en el Recinto de Mayagüez de la UPR. La idea de la escuelita feminista surge de discusiones de la UJS en donde entendimos necesario establecer estrategias para darle seguimiento al trabajo feminista que se comenzó a dar en el Comité de Acción de Mujeres (CAM) que surgió luego de la huelga del 2010. Sigue leyendo

Juventud Socialista exige: Cero cuota, reembolso y amnistías de inmediato

AGP mentirasComunicado de Prensa

Unión de Juventudes Socialistas – MST

Río Piedras- Dentro del contexto del primer día de clases en la Universidad de Puerto Rico, y la creciente indignación en el estudiantado por la permanencia de la Cuota de Estabilización Fiscal, portavoces de la Unión de Juventudes Socialistas denunciaron hoy los rodeos del gobierno de Alejandro García Padilla para eliminarla. Es importante notar, que durante la campaña electoral del ahora Gobernador de Puerto Rico, una de las promesas principales y la punta de lanza de mucha de su propaganda fue precisamente la situación de inaccesibilidad a la UPR. Sigue leyendo

Juventud Socialista exige se elimine de inmediato la cuota en la UPR

Image

Comunicado de Prensa

Unión de Juventudes Socialistas

viernes, 4 de enero de 2012

Río Piedras-  Portavoces de la Unión de Juventudes Socialistas del Movimiento Socialista de Trabajadores exigieron durante el día del viernes que el nuevo gobernador, Alejandro García Padilla, cumpla con su promesa de campaña y elimine la Cuota de Estabilización Fiscal de la UPR.

«En octubre del 2012, el entonces candidato le prometió al estudiantado y al pueblo de Puerto Rico que una de sus primeras gestiones sería la eliminación de la cuota de la UPR. Hoy, el segundo día de su mandato, el ahora gobernador dice que no quiere tocar la autonomía universitaria y que la eliminación le toca a la Junta de Síndicos. Nosotras y nosotros entendemos que primeramente, debe cumplir con su compromiso, y que además, la Junta de Síndicos no representa y nunca ha representado a la comunidad universitaria», declaró Teresa Córdova Rodríguez, portavoz de la organización universitaria. Sigue leyendo

Democracia: ¿para qué?

Tesis Radical, enero 2013

Daniel Quiñones Zambrana (UJS-MST Río Piedras)

En días recientes tanto estudiantes como profesores se declararon optimistas sobre un posible dialogo con la administración entrante que, según plantean, será un fortalecimiento para la democracia en la UPR. Claro que este “dialogo” no se trata de una participación o determinación directa sobre nuestros asuntos, si no un “Pa’ que sepas lo que voy a hacer” de parte del gobierno, demostrado ya por el poco caso que han hecho a las protestas de la comunidad universitaria ante la presencia de Salvador Antonetti y Juan Aponte –ex miembros del CAFI, responsables de medidas como la certifcación #60 y el alza escalonada durante la gobernación de Acevedo Vilá– en el comité de transición del PPD.  Aun así, para muchos estudiantes y profesores, el estar saliendo de una de las administraciones mas destructivas que ha visto la UPR hace de este “diálogo” un oasis en el desierto aunque, en realidad, se asemeje mas a un espejismo. Su-pongamos, sin embargo, que el PPD esta dispuesto a contradecir su propia historia e intereses y decide otorgarnos una mayor democracia y autonomía en la universidad: ¿Para que la usaríamos?  ¿Resolvería nuestros problemas en la UPR y en el país?

En todas las sociedades la universidad del estado cumple, principalmente, dos funciones: por un lado el fortalecimiento y la reproducción de la ideología hegemónica que legitima el actual sistema y gobierno y, por otro lado; el entrenamiento y preparación de la mano de obra trabajadora e intelectual para cumplir las necesidades del mercado laboral de dicho sistema.

En el capitalismo la UPR no es la excepción. La dirección que por décadas administraciones del PNP y del PPD le han dado a la UPR menos accesibilidad y mayor elitización, aumento en los costos, educación cada vez mas orientada hacia la especialización y la investigación a expensas del abandono cada vez mayor de las humanidades y ciencias sociales– no responde, como muchos pretenden que pensemos, a caprichos o malas decisiones de administradores.  Responde a las nuevas exigencias del mercado de Puerto Rico luego del éxodo de la manufactura y la industria. Pretender dirigir la UPR en una dirección distinta es, en realidad, pretender causarle crisis políticas y económicas al gobierno y al sistema; de ahí que el gobierno este dispuesto a invertir cientos de millones en propaganda y policía para reprimirnos ejercemos democracia directa a través de actos como la huelga.

Mientras sea el estado capitalista quien principalmente financie la UPR, este será quien trazara la línea general de su dirección y orientación. Cualquier “autonomía” o “democracia” concedida por el gobierno será de carácter burocrático y administrativo. La pregunta es, de tener una mayor injerencia en la UPR: ¿Sería para resolver-le los problemas al mercado capitalista y continuar el camino de la elitización y la privatización ó para crearle crisis al sistema creando una UPR más accesible para la clase pobre y trabajadora y más democrática?

Para los que queremos alternativas a un sistema que depende de las guerras y de destruir nuestras vidas, nuestro medio ambiente y, de paso, nuestra humanidad, crearle crisis políticas a dicho sistema con nuestra participación en distintas estructuras es siempre un paso positivo. Sin embargo, el remitirse a los espacios que el gobierno esta dispuesto a conceder o el limitar nuestras críticas al bipartidismo resulta insuficiente si se quiere un cambio significativo.  La baja participación electoral y la antipatía hacia los partidos principales reflejan un ambiente propicio para organizar una verdadera oposición al capitalismo y no solo a sus partidos principales. Tanto en la universidad como en el país, nuestro objetivo no debe estar en revivir proyectos de “centro” o de “re-forma” para solucionarle las crisis al capitalismo (lugar que ocupaba antes el PPD), si no en un solido trabajo organizativo socialista que nos permita superar este sistema de una vez y por todas.

My English is not very good looking

Teresa Córdova Rodríguez (UJS-MST)

Pero de seguro Oliver Stone disfrutó de la picardía, del broken fixed english de aquella audiencia espontánea.

Karisa Cruz Rosado para Diálogo Digital

La mericana te buca
y tú le tiene que huí:
tu inglé era de etrái guan,
de etrái guan y guan tu tri.

«Tú no sabe inglé» de Nicolás Guillén

En recientes semanas ha habido todo un revuelo por la famosa conferencia de prensa en la que una periodista le hizo una pregunta en inglés al gobernador electo Alejandro García Padilla y éste le contestó con un marcado acento puertorriqueño. Este episodio ha sido objeto de burla por muchos, pero a su vez ha sido también una herramienta útil de parte de sectores cercanos al Partido Popular Democrático para demostrar que su candidato es “de pueblo”. De pueblo. Así me dijo un querido amigo. Del pueblo que no habla inglés.

El viernes hubo una conferencia magistral con el director estadounidense Oliver Stone y el actor puertorriqueño Benicio del Toro en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. El comienzo de la actividad –moderada por el profesor Alfredo Rivas- fue, como era de esperarse, en español. Sin embargo, luego de darle a la audiencia un breve resumen de los logros de ambos invitados, informó que se estaría dirigiendo a Míster Stone en inglés, haciendo la salvedad de que, de ser necesario un traductor, había uno disponible. De hecho, se le preguntó (en un tono de “obviamente no”) a los asistentes al Teatro que si había problema con que la conferencia fuese en inglés, a lo que muchas personas gritaron que no. Si alguien gritó que sí, o lo dijo, hubiese sido imposible escucharlo. Pero claro, Puerto Rico es un país bilingüe donde –según se dice por ahí-, todo el mundo habla español e inglés.

Y así, por casi media hora, hubo un intercambio en inglés entre Oliver Stone y el moderador, para luego pasar a Benicio, quien también fue entrevistado en inglés. Lo que no se escuchaba ni en el escenario del privatizado teatro de la UPR, ni en las primeras filas reservadas para la administración universitaria, era el murmullo constante y casi ininterrumpido de estudiantes explicándoles a otros estudiantes qué dijo Oliver Stone, qué decía Benicio, “es que el sonido está bajito” se excusaban entre sí.

Solamente en Puerto Rico presenciamos el siguiente escenario: una sala de gente que habla español, con una sola persona que habla otro idioma y la sala completa tiene que adaptarse a ese otro idioma. Aunque sean más las personas que no lo dominen. No pretendo, y espero que esto quede bien claro, hacer una defensa del idioma español por el simple hecho de defender al idioma español. Al fin y al cabo, es ésta también una lengua impuesta. Fue ésta también un instrumento de colonización y sometimiento. Y no sólo aquí: el español no es más que una lengua de Castilla a la cual se le nombró “español” por aquello de tornar invisible a otras lenguas como el gallego, el euskera y el catalán. Sin embargo, es más que evidente la cuestión de clase que surge en ocasiones como la conferencia de García Padilla, como la conferencia de Míster Stone y Míster Benicio.

¿Quiénes son las personas que en Puerto Rico hablan inglés? Ciertamente no aquellas que aprendieron con el “pollito-chicken/gallina-hen” y mucho menos la mayoría de los estudiantes del sistema de educación pública del país. No es lo mismo, por ejemplo, un Luis Fortuño Burset: graduado de Georgetown University, y criado en círculos ricos de Guaynabo; que un Alejandro García Padilla, que se crió en Coamo y se graduó de la Universidad Interamericana. Aunque sus amigos e intereses de clase sean los mismos, es más que evidente que sí hay una diferencia entre estos dos en ese sentido. Sus políticas y su quehacer en el ámbito electoral son otros veinte pesos: ahí la diferencia es casi inexistente.

Cuando hablan del broken english, se les olvida que ese acento “goleta” le ha costado trabajos a personas, oportunidades, lágrimas y discriminación. Cuando se burlan del fixed english de las personas que les hacían preguntas a Míster Stone y a Míster Benicio, se olvidan de los miles de puertorriqueños y las miles de puertorriqueñas que emigraron alguna vez a Estados Unidos sin hablar el idioma de aquellos y nadie tuvo la misma consideración y les habló español. Se les olvida que por cuán “inexistente” sea el acento puertorriqueño, siempre seremos spiks. Que hasta cuando Fortuño va a sus convenciones de gobernadores republicanos blancos protestantes del Tea Party, seguro en los pasillos del hotel se burlan de él. Personas como Newt Gingrich, quien en 1995 dijo que el bilingüismo era demasiado riesgo para los Estados Unidos.

La burla, la crítica -por parte de personas que supongo que dominan el vernáculo anglosajón a la perfección- al “acento” o al desconocimiento de una lengua extranjera, es la forma más fácil y evidente de prejuicio contra la clase trabajadora de un país colonizado por otro cuya lengua también fue impuesta. Asimismo, dar por sentado que se dominan dos lenguas a cabalidad plena es una muestra del desconocimiento -¡espero que sea eso!- de la realidad concreta de la situación tanto colonial, como social de nuestro país. Realidad que cada día nos da duro en la cara cuando nos levantamos para ir a trabajar o a estudiar y que atraviesa nuestra lengua, sea cual sea, casi inescapablemente.

Mientras escribo este artículo, comienza a circular una foto de Alejandro García Padilla, Oliver Stone y Benicio del Toro reunidos en una librería en Santurce. Estoy segura de que conversaron en inglés.

Image

Solidaridad de la juventud con la Huelga de la UTIER

Solidaridad hasta vencer

La juventud con los trabajadores y las trabajadoras de la UTIER

Teresa Córdova Rodríguez

Portavoz UJS-MST, Río Piedras

A las seis de la mañana estaban allí, en el portón, bajo una carpa amarilla. Nos traían café, agua y jugo. En aquellos días, a veces hasta un poquito de hielo podía significar un suspiro de esperanza para continuar la lucha. Fue en el 2010, y el estudiantado estaba en huelga. Las compañeras y los compañeros de la UTIER siempre dijeron presente con lo que hiciera falta. Nuestras marchas eran acompañadas por su tumbacocos, y en más de una ocasión nos despertamos con salsa a todo volumen para comenzar el día animados después de pocas horas de sueño.

Hoy, los compas de la UTIER se lanzan en un proceso de lucha y la juventud estará allí con ellos. Su lucha es nuestra lucha. Sus derechos, los derechos de la clase pobre y trabajadora de este país, nos tocan a nosotros tan a fondo como a ellas y a ellos. En la UPR, el estudiantado lucha y exige una Universidad para los hijos y las hijas de personas como los compañeros de la UTIER. Si lo hacemos desde nuestro frente de batalla, el campus universitario, en estos momentos se nos llama a hacerlo también en la calle. Codo a codo. Esta vez, por sus hijos, pero por ellos también. Para que no sólo tengan derecho a una educación universitaria, sino para que tengan derecho a una salud de excelencia, para que tengan un salario digno, y para detener la ola de privatizaciones en el gobierno que les eliminaría su derecho a un trabajo.

Es el momento de organizarnos y de estar en los portones con la UTIER. Es el momento de darles nuestro apoyo y solidaridad como una vez así lo hicieron con nosotras y nosotros. Es el momento de decirles a los compañeros y a las compañeras trabajadoras que tanto en la lucha como en la victoria, la juventud estará allí. Y estaremos allí hasta vencer.

¡Adelante, compas!

¡Venceremos!

Ella en la Universidad: El machismo institucional de la UPR

Tesis Radical, octubre 2012

Teresa Córdova Rodríguez (UJS-MST Río Piedras)

Ella es estudiante en la Facultad de Humanidades. Por varios meses tuvo que ausentarse de clases. Su hijo había nacido y ella no tenía con quién dejarlo para ir a la UPR a tomar las últimas clases que le faltaban. Un día, luego de volverse a matricular en la Universidad, no tuvo con quién dejar a su hijo de apenas algunos meses. Tenía examen. Ni modo, tendría que llevarse al nene para la Iupi.

Entró al salón y el profesor extranjero le impidió sentarse en su pupitre: “No se permiten los bebés en mi salón”. Ella preguntó temerosa qué podía hacer para tomar el examen. “No es mi responsabilidad”, respondió. Ninguno de sus compa-ñeros ni compañeras confrontó al catedrático.

Parecería un incidente aislado, pero no lo es. Día a día, las estudiantes de la UPR vivimos el machismo institucional. Desde profe-sores como éste, hasta las altas esferas de la administración universitaria, la principal institución de educación superior del país está atravesada de discrimen por género.  Poco sabía este profesor que ella había solicitado al exclusivo cuido de niños de la Universidad, pero por sus limitados espacios de matrícula y la inclinación a dar los pocos espacios a personas gratas a la administración, ella tenía que dejarlo con una señora en su pueblo.  Ese día, la señora se había enfermado y ella no tenía otra opción: o se llevaba al niño, o se colgaba en la clase. Muchacho al hombro, cogió las dos guaguas hasta la UPR.

Ella no participó “activamente” de las huelgas universitarias. La mayoría de los huelguistas podían quedarse y acampar dentro de los portones, pero ella no. Su realidad es otra: es una mujer trabajadora, es una mujer estudiante. Hoy sale tarde de sus clases y camina sola por las calles oscuras de la UPR hasta la estación de guaguas en Río Piedras. El nuevo plan de seguridad le es indiferente porque ni le afecta: no se siente ni más ni menos segura. Ella sabe que lo único que puede protegerla es andar siempre con el pepper encima por si en alguna esquina sin vigilancia de la Iupi  alguien viene a atacarla.

Ésta es la realidad de muchas estudiantes de la UPR. En una institución donde 12 de cada 20 estudiantes son mujeres, las estudiantes de clase trabajadora tienen que enfrentarse a una Universidad que a raíz de sus condiciones sociales, de su condición de mujer, son discriminadas y olvidadas. Cuando re-clamamos una Universidad para el pueblo pobre y trabajador, también exigimos una Universidad para ellas. Una Universidad democrática e inclusiva que permita y fomente la participación de las mujeres en la vida académica del país. Una que fomente la convivencia y la eliminación de la discriminación por razones de género. Por esto luchamos: para que las diferencias de género no sean desigualdades sociales en el ámbito universitario ni en nuestra sociedad. Para que ser mujer y pobre no sea sinónimo de rechazo: que sea sinónimo de estudiante.